miércoles, 12 de septiembre de 2012

Periodismo Vs. Ciudadanos: Sálvese quién pueda

En la mañana de hoy, la publicación de una historia tragicómica referente a otra historia no menos delirante, acaparó la atención de la gente. No importó que CONAJZAR haya atacado nuevamente a PYMES en Facebook; tampoco que hayan matado con una bomba al Embajador de EEUU en Libia; ni al menos, que la dirigencia de la APF todavía no dio una respuesta útil. Los medios le ofrecieron a los usuarios "lo que vende": una novela tragicómica.

Lo lamentable del caso; es que diarios supuestamente serios, tomaron como fuente una publicación plagada de apuestas y paralelismos personales de un prójimo, difundida en un periódico que en lo rutinario, defiende acciones de extrema izquierda. Los diarios que se hicieron eco, también titularon directamente acusando a la Familia Cubas, de ser la implicada en tráfico de órganos y de niños.
Como si fuera poco circo; Mirtha Gusinsky, mal asesorada, aparece en escena indignada, pero sin haber leído las páginas del libro en cuestión. Sólo las versiones de prensa. Pisó el palito.

Las trampas de la Prensa
Mirtha Gusinsky y Silvia Cubas respondieron a consultas periodísticas sobre su opinión y futuras acciones ante las supuestas acusaciones de Verónica Wiens. Lo que no les contaban a ambas, es que en el libro, no hay cita alguna, o palabras llaves, ni excluyentes, que refieran a ellas. No aparecen "presidente", "ex-presidente", "secuestro", "EPP", u otros. No hay nada directo.

No les advirtieron que fue la prensa, quien decidió apostar, acusar a los Cubas y jugar ruleta rusa con cabezas ajenas.

Vaya uno a saber a quién se refiera la autora del libro; pero cual fuere el caso, tiene el Derecho Constitucional de decir hasta estupideces, mientras no afecte derechos de terceros. No pocos odios afloraron en las Redes con esta oportunidad de escarnio  para Los Cubas o Los Wiens; que unos cuantos trajeron en este momento con alguna extraña intención.

La autora emitió un comunicado desmintiendo acusaciones. Ahora veremos si la investigada por tráfico de órganos, termina siendo la Flía. Cubas gracias a su propia torpeza: No fueron nombrados ni eran autores del hecho; ergo, no debían darse por aludidos. En Derecho, quien acusa, es el que debe aportar las pruebas de lo que sostiene; no el acusado. Por ello, también será justo si los Cubas, inician una demanda a los periodistas que los acusaron.

Las busqué y conseguí: Dejo a disposición las páginas del libro referentes al tema, para que cada persona pueda sacar conclusiones, sin intermediarios, intoxicaciones políticas o interpretaciones ajenas. Si se pretende trascender, salir del gris anonimato, prevalecer; hay que hacer periodismo serio, indiscutible y fulminante. Pero cuando la tinta con la que se escribe es el odio, sólo se logran manchas.






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