Opinión
Atónitos. Es que lo veíamos y no lo podíamos entender. Eso sí, pero Alá llegó en tren para votar en contra. Claro, eso es solo un botón de muestra de todo el despliegue de horror, juras y sangre de la apretada agenda Al- Qaeda.
En nuestro hartazgo, es fácil deducir que Oriente y Occidente, no volverán a ser los mismos y quizás también, aprendimos que con el terrorismo no se negocia; se actúa.
El precio final siempre nos costará caro, por que siempre, en todas las ocasiones, la pagaron y pagarán inocentes. Es por eso al fin, que debemos recordar lo histórico y definitivo de la experiencia estadounidense y española. Primero; que la impotencia y la rabia no se apaciguan con el tiempo; se apaciguan actuando. El voto, es una de las mejores alternativas. Y segundo; que cuando se pretende salvar la vida a cambio de la dignidad, se suelen perder las dos cosas.
Hoy, masacrados por la hez de la humanidad, podemos incluso vaticinar que-desgraciadamente- esta historia continuará. ¿Por qué? Porque esa es la historia del mundo, la que se repite: guerras ajenas, féretros nuestros. Que en paz descansen.
Por Silvia Páez Monges G. Diario Última hora. 11/09/05.(Mi 1era columna sobre Política Internacional.)
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